La homeopatía es un método terapéutico que aplica en la práctica terapéutica el fenómeno de similitud.
Sustancias susceptibles de provocar en un individuo con buena salud sintomas, pueden curar esos mismos sintomas en una persona enferma.
La idea de una posibilidad terapéutica mediante lo semejante se remota a la escuela de Hipócrates, que había mencionado ya cinco siglos antes de nuestra era que “las mismas cosas que han provocado el mal, lo curan”.
Fue un médico alemán, muy observador, Samuel Hahnemann quien, hace 200 años, se propuso verificar experimentalmente ese fenómeno y extraer de ello enseñanzas prácticas en el plano terapéutico.
En 1796 publica un artículo titulado “ensayo sobre un nuevo principio”, en el que explica y describe los motivos y las bases de una terapéutica que unos años más tarde se llamará homeopatía.
Esta terapia consiste en dar al enfermo como medicamento la sustancia susceptible de provocar experimentalmente en el hombre sano el mismo cuadro clínico, la misma (homeo) enfermedad (pathos).
Para comprender la acción, y con ello la utilización terapéutica de la homeopatía, hay que saber que sus posibilidades terapéuticas no solo están ligadas a las posibilidades farmacológicas de la sustancia de base, sino también a la sensibilidad del enfermo.
En la práctica, la acción del medicamento homeopático depende de dos fenómenos complementarios:
Cuanto más activa, e incluso tóxica, es una sustancia, más provoca o cura sintomas evidentes e idénticos en todas las personas;
Cuando más sensible a una sustancia en una persona, más numerosos, variados y subjetivos son los sintomas que esa sustancia provoca o cura en ella;
Los sintomas aparecen o desaparecen tanto más rápido y eficazmente, y con cantidades mucho menores cuando la persona es sensible a esa sustancia.
La dilución se expresa en CH, es decir en escala centesimal hahnemanniana.
La 1ª CH se obtiene diluyendo 1 parte del principio activo en 99 partes de disolvente y agitando después con fuerza (dinamizando) la solución;
Las diluciones siguientes se obtienen reproduciendo esas dos mismas operaciones: dilución y dinamización, hasta la última dilución aparecida en Francia, o sea la 30ª CH e inclusive a la 200ª CH o 2000ª CH, etc.
La práctica cotidiana nos ha permitido limitarnos a determinadas diluciones:
A la 4 o 5CH, llamadas diluciones bajas, utilizadas para tratar los sintomas agudos, físicos (lesiones) u orgánicos.
A la 7 o 9, llamadas diluciones medias, utilizadas para tratar los sintomas funcionales (dolores) o generales (fiebre).
A la 15 o 30CH o más, llamadas diluciones altas, utilizadas para tratar los sintomas relativos al comportamiento ansiedad o el terreno.
No obstante, existen numerosas excepciones a esas reglas de posología; en general, consisten en utilizar diluciones más altas cuando las diluciones bajas amenazan con provocar un agravamiento o cuando la experiencia nos ha mostrado que la dilución alta era más activa.
En la duda, u antes de poder consultar al médico o de pedir consejo, se aconseja tomar una dilución media: 7 o 9CH.
2-5 gránulos por toma es una dosis que permite estar seguro de obtener el efecto óptimo del medicamento.
Las dosis glóbulos se utilizan sobre todo para tratamientos puntuales o para el tratamiento del terreno (dosis semanal o mensual).
La frecuencia de la toma:
Está ligada al carácter agudo o crónico de la enfermedad; cuando la enfermedad es muy aguda, las tomas son muy frecuentes (cada 10 minutos en una laringitis aguda), cada hora en una patología aguda como la (fiebre), cada día para trastornos funcionales crónicos (dispepsia) y cada semana para el tratamiento del terreno.
Cómo seguir el tratamiento:
En todos los casos, hay que respetar la posología indicada que el consejero o médico.
Hay que dejar que los gránulos o las dosis glóbulos se disuelvan debajo de la lengua (vía perlingual).
Para los niños, los gránulos pueden diluirse en un poco de agua.
Siempre hay que tomar el medicamento un cuarto de hora antes o 1 hora después de las comidas.
Hay que evitar consumir menta justo antes o después de la toma de los gránulos.
Si el tratamiento debe hacerse por la mañana y por la noche, es preferible utilizar un dentífrico que no contenga menta o mentol.
En las patologías agudas, hay que espaciar las tomas en función de la mejoría e interrumpirlas a partir de la desaparición de los sintomas.
Bueno hemos explicado un poco lo que es la homeopatía para que usted tuviera una pequeña idea de la función de la homeopatía y como tomar, etc.
quisiera que me indicaran que puedo tomar para la disfuncion erectil
Deseo que me indicaran o me trataran una desfusion eréctil con eyaculación precoz
ya que los tratamientos como viagras ect.ect. me dàn miedo