El bismuto, un metal pesado del que hasta ahora no se conoce ninguna función corporal de utilidad, produce también trastornos mentales.
Se ha descubierto que la utilización de sales de bismuto o de preparados que contengan dicho mineral, como supositorios rectales, puede producir una intoxicación que se asemeja a la enfermedad mental.
El uso oral repetido del bismuto en cual quiera de sus formas debería ser evitado como si se tratara de la peste negra.
Fácilmente una intoxicación por bismuto puede ser diagnosticada erróneamente como una enfermedad mental.
El uso del bismuto como astringente para diarreas, problemas de estómago, etc., puede acabar produciendo vértigos, pasos indecisos, problemas de memoria, temblores, disturbios de visión y de oído, dificultad para calcular tiempo y distancia y en algunos casos alucinaciones visuales.
Como Antídoto, podemos utilizar el ZINC. Si el bismuto se ha hospedado en el cerebro, se necesita una terapia de quelación para tratar este problema.
Uno de los efectos del bismuto es producir una deficiencia de zinc.
Junto con la terapia de quelación se debe incluir una suplementación oral de zinc.
Como pueden ver el simple uso de supositorios u otros de farmacia, con bismuto le puede acarea graves consecuencias, estas por desgracia, no se lo va a advertid su farmacéutico (él quiere vender y cuanto más mejor), acalde, médico o autoridades sanitarias.
Es su obligación como persona y no como un macaco, el saber lo que introduce en su organismo, no hay excusa que valga, al menos tenga un respeto por sus niños y lea bien los prospectos de lo que vaya a usa en su organismo.
Ahora ya no hay escusa el decir es que no ha mandado el médico, por favor.